El chardonnay se elabora con unas uvas que cogemos manualmente, en pequeñas cajas, cuando el punto de maduración está en su óptimo. La uva recién vendimiada y previa eliminación del raspón, se somete a un prensado y encubado en depósitos de acero inoxidable, con esto conseguimos controlar la temperatura de inicio de la fermentación y eliminar la lía gruesa que tiene el vino en los dos primeros días. Cuando la fermentación ha empezado y tenemos una densidad de aproximadamente 1040-1030 se hace un trasiego a las barricas para terminar la fermentación. De este modo conseguimos controlar las temperaturas en fermentación. Una vez termina la fermentación realizamos la crianza del vino sobre sus propias lías finas durante seis meses, con un batonnage diario para poder poner en suspensión dichas lías y así aumentar la superficie de contacto de las lías con el vino y que le aporte esa suavidad característica.
Color amarillo pajizo con ribetes dorados de la crianza en barrica. Aromas varietales de piña, manzana y pera combinados en perfecta armonía con los aromas típicos de la crianza: mantequillas, tostados y caramelos de tofe. En boca conserva su toque ácido, pero se suaviza con la golosidad, cremosidad y redondez que aporta la crianza sobre lías. Paso muy ligero por boca con final muy persistente de madera.
Por la cremosidad que caracteriza a este vino es muy buen acompañante de quesos curados y semi curados. Marisco y carnes blancas especiadas.
